LA REVOLUCIÓN HAITIANA
La Revolución Francesa. Desde inicios del siglo XVIII la economía francesa había entrado en un proceso de crisis. El fracaso del expansionismo de Luis XIV tuvo múltiples consecuencias sobre toda la sociedad en Francia. El poder económico y político de los feudales salió fortalecido. Así, el mercantilismo de espíritu burgués, que había primado en el reinado de Luis XIV, cedió a una política favorecedora de la nobleza feudal, sobre todo de la cortesana. De este modo, Francia fue quedando a la zaga en el desarrollo industrial respecto a Inglaterra.
Las contradicciones sociales internas se fueron haciendo cada vez más agudas. Por una parte estaba el problema agrario, al seguir sufriendo la mayoría de los campesinos franceses formas de explotación de tipo feudal. El parasitismo de los feudales propietarios de tierras y la intensa explotación campesina provocaron una seria crisis en la agricultura francesa que ocasionó frecuentes déficits en la producción agrícola, con las secuelas de hambrunas y disturbios sociales.
De otra parte, el sector capitalista se desarrollaba en forma muy lenta. Las trabas que imponía el dominio de la nobleza, como la existencia de aduanas interiores o los impuestos contrarios al desarrollo industrial, hacían entrar a la burguesía, en forma cada vez más radical, en contra del orden establecido.
Para dar justificación ideológica a las aspiraciones de la burguesía surgió en el siglo XVIII un brillante conjunto de pensadores opuestos al absolutismo, cuyo núcleo más importante fue el de los enciclopedistas (llamados así por haber redactado una obra conjunta en varios tomos llamada La Enciclopedia). Los filósofos franceses iluministas cuestionaron no sólo el absolutismo, sino también la religión y las visiones filosóficas dominantes hasta entonces. En el plano social pugnaban por una sociedad democrática, lo que equivalía a los deseos de la burguesía. Los filósofos desataron una gran campaña intelectual contra el Antiguo Régimen, creando las bases intelectuales para una gran revolución.
La crisis de la economía francesa era tanto mayor en la medida en que Inglaterra, desde mediados del siglo XVIII, había iniciado un proceso tecnológico y social, conocido como la Revolución Industrial, mediante el cual se dio paso a la moderna industria fabril, lo cual le permitió ampliar su hegemonía económica. Precisamente, una de las grandes consecuencias para Francia de la Revolución fue que permitió la asimilación de la Revolución Industrial, al posibilitar el desarrollo armónico del capitalismo, libre ya de los obstáculos del orden feudal hasta entonces dominante.
En los años anteriores a 1789, que marca el inicio del proceso revolucionario, en Francia la crisis económica se había agudizado enormemente, reflejándose en una crisis en las finanzas del Estado. El Rey Luis XVI intentó solucionarla mediante una serie de reformas, pero todas fracasaron. Ante esta situación, no tuvo otra alternativa que convocar a los Estados Generales, un cuerpo que reuma representantes de los llamados tres estados (nobleza, clero y estado llano o burguesía), y que no se reunía desde el siglo XVII.
Conjuntamente se inició la ofensiva popular que a la larga logró el derrocamiento de la monarquía absolutista y la proclamación de la República. La Revolución Francesa fue el resultado de la confluencia, en una coyuntura de crisis del Estado feudal, de las aspiraciones de la burguesía con las del campesinado.
El conjunto de medidas tomadas por la Revolución abolió los derechos feudales de la nobleza, abriendo la plena propiedad de la tierra a los campesinos; eliminaba las trabas político-jurídicas del absolutismo y abría el camino para la modernización económica de Francia con el desarrollo de relaciones capitalistas y el paso del poder político a la burguesía.
Este programa fue realizado en una primera etapa por los revolucionarios clásicos, girondinos y jacobinos, pero sus resultados se obtuvieron en la institucionalización de la Revolución bajo los regímenes del Directorio y de Bonaparte, los cuales actuaron en todos los aspectos al servicio de la burguesía, desechando el radicalismo pequeño burgués de los jacobinos.
Las convulsiones que trajo la Revolución en las relaciones de producción y en el poder político del Estado tuvieron una gran repercusión en la política colonial del Estado francés. Casi todos los intereses coloniales de Francia se encontraban en Saint Do-mingue, y la coyuntura dada por la Revolución Francesa, junto a la agudización de las contradicciones internas del régimen esclavista, generaron un proceso revolucionario en la colonia. La Revolución Francesa tuvo su equivalente en la Revolución Haitiana, aunque las causas y las consecuencias de ambas fueron totalmente diferentes.
La Revolución Francesa despejó todos los obstáculos para el desarrollo del capitalismo en Francia, siendo el factor fundamental del predominio de este modo de producción en ese país en lo adelante. Además, la Revolución actuó a escala europea y aun a escala mundial contra los restos del feudalismo en una serie de países de Europa, por medio de las invasiones de los ejércitos republicanos franceses que exportaban de tal forma los postulados políticos e ideológicos de la Revolución, coadyuvando así a la superación parcial o total del viejo orden. Además, la Revolución Francesa puso en crisis el modelo de dominación colonial existente hasta entonces puesto que tuvo una influencia decisiva en la aparición de los movimientos independentistas de la América Latina, unida a la influencia que ya ejercía la independenciade los Estados Unidos.
La Revolución Francesa
Inicio » Edad Contemporánea » La Revolución Francesa
Se conoce con el nombre de revolución francesa al movimiento político, social, económico y militar, que surgió en Francia en 1789; el mismo que trajo como consecuencia el derrumbe de la monarquía absolutista, que hasta entonces había regido en Francia, a la vez que originó el establecimiento de un gobierno republicano democrático y asimismo, la iniciación de una nueva época llamada como La época contemporánea. La revolución francesa difundió por el mundo los ideales de libertad y fraternidad, así como el de la soberanía popular; y divulgó, primordialmente el conocimiento de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano.
Causas
- Las causas fundamentales que originaron la revolución francesa fueron:
El absolutismo monárquico, que se caracterizó por el ilimitado poder del soberano, cuya autoridad no estaba sujeta a control alguno. - La desigualdad social política y económica.
- La falta de libertades y derechos. A estas causas hay que añadir un importante factor: la poderosa influencia de las nuevas ideas.
Antecedentes:
El antiguo régimen
Se denomina antiguo régimen al estado político, social y económico por el que atravesó Francia antes de la revolución. Dicho estado se caracterizó por el predominio del absolutismo real, así como de las injusticias, las desigualdades y los privilegios, que constituyeron, como ya dijímos, las causas verdaderas de la revolución francesa.
Francia se hallaba regida por una monarquía absoluta que gobernó con un poder ilimitado. El rey, que se creía designado por Dios para gobernar, procedía en forma arbitraria, pues no daba cuenta de sus actos a nadie; gastaba como y cuando quería las rentas del Estado; nombraba los funcionarios; declaraba la guerra y firmaba la paz; dictaba leyes; creaba impuestos y hasta podía disponer de los bienes de sus súbditos cuando así lo estimaba convenientemente. No había libertad individual, pues el soberano podía ordenar la detención de cualquier ciudadano sin causa justificada; tampoco existía libertad de conciencia y ningún libro ni periódico podía publicarse sino bajo el control de censura. Por otra parte, las leyes, que eran diversas, no se aplicaban por igual ni con el mismo rigor: así tenemos que por un mismo delito la pena no era la misma tratándose de un noble y de un labriego.
En lo social
La organización social de Francia estaba basada en la desigualdad y los privilegios. Se distinguían pues tres clases sociales, a saber: Clero, Nobleza Y Estado Llano siendo las dos primeras privilegiadas.
El clero
Era la primera clase social debido a su gran prestigio e influencia como a sus cuantiosas riquezas. Sus extensas propiedades abarcaban precisamente la cuarta parte de la superficie total de Francia, y, por otra parte, dicho patrimonio económico fue creciendo considerablemente gracias a los diezmos que aportaban los fieles como a la exoneración del pago de impuestos fijos de que disfrutaban. Se dividía en Alto y Bajo Clero. La mayor parte de las riquezas beneficiaban solo al Alto Clero formado por obispos y abades, quienes eran mayormente de origen noble y vivían en Versalles en la corte del Rey. El bajo Clero, formado por curas y vicarios, ejercía su misión en provincias, eran de modesta condición económica y procedían del Estado Llano, debido a ello, simpatizaron con la Revolución.